Por la quita de aranceles a los celus, sigue el conflicto en Tierra del Fuego
En Tierra del Fuego está todo bastante movido. Los principales gremios de la provincia, especialmente la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), están frenando actividades porque el gobierno de Javier Milei decidió reducir los aranceles a la importación de celulares y otros productos electrónicos. Esto tiene preocupadas a muchas personas porque sienten que podría poner en peligro cerca de 8000 empleos que dependen de la producción local.
Los trabajadores en Río Grande se juntaron en una fábrica llamada Mirgor y en Ushuaia se movilizaron desde Newsan. En ambos lugares hubo una movida fuerte, con paros que ya vienen de semanas anteriores. Durante la marcha, le entregaron una carta al gobernador Gustavo Melella (recibida por la vicegobernadora, Mónica Urquiza), expresando su preocupación por el futuro laboral. La medida arancelaria del gobierno reduciría los derechos de importación de 16% a 8% para celulares, con miras a eliminarla por completo en 2026, lo que alarmó a gran parte de la comunidad obrera.
Los sindicatos que integran este paro son, además de la UOM, ATE, docentes y camioneros. De hecho, un dirigente docente, Horacio Catena, habló fuerte desde la concentración en Río Grande, diciendo que “los que hacemos la patria no nos rendimos, no frente a un gobierno que viene a entregar la soberanía”. Por su parte, Rubén “Pollo” Sobrero, del sector ferroviario, también apoyó la lucha, instando a que se nacionalice este conflicto. Hay mucho en juego: el futuro del empleo y la industria local están en vilo.
En medio de este lío, algunas empresas intentan dejar en claro que las medidas no tendrán un impacto negativo en los empleados. Sin embargo, hay un clima de mucha incertidumbre y tensión. El gobernador Melella, intentando mediar, convocó a una reunión entre trabajadores y empresarios para buscar una solución que preserve los puestos de trabajo. Dijo que es crucial defender el arraigo y la soberanía fueguina, asegurando que "no van a quedarse de brazos cruzados ante medidas que podrían afectar a miles de familias".
